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Cómo decorar sin recargar los ambientes

Decorar sin recargar los ambientes es todo un desafío sobre todo en aquellos casos en los que no se tiene experiencia previa. Al renovar un ambiente, muchas veces se comete el error de incorporar demasiados elementos de golpe, por lo que el espacio queda recargado y genera demasiado ruido visual.

Una de las principales premisas de la decoración es el conocido menos es más. Al momento de decorar, hay que generar un equilibrio entre los colores, los objetos y los muebles para evitar que el ambiente quede demasiado recargado y la decoración quede arruinada. Con unos pocos consejos se puede ambientar un espacio sin cometer este error.

 

Consejos para decorar sin recargar los ambientes

 

 

No mezclar demasiados estilos decorativos

 

Hay muchos estilos que combinan a la perfección, como el nórdico y minimalismo o el estilo moderno con algunos toques vintage. Sin embargo, esto no significa que pueden combinarse muebles u objetos sin coherencia, ya que debe haber una coordinación entre los elementos que se utilizan.

Siempre es recomendable decidirse por un solo estilo decorativo que predomine y luego combinar pequeños detalles o elementos que pertenezcan a otro estilo, pero no es posible combinar tres o más estilos decorativos porque no se destacará ninguno y el ambiente quedará recargado.

 

 

Elegir un solo color que se destaque

 

Al igual que es mejor decidirse por un estilo decorativo al momento de ambientar un espacio, también es mejor privilegiar un color para ordenar el estilo decorativo y evitar recargar el lugar con demasiados contrastes de colores. Decidirse por uno o dos colores, ayuda a dar un orden a la decoración y evita que el lugar se vea demasiado sobrecargado. Hay que elegir esto antes de comenzar a decorar, para saber cómo ordenar y qué tipo de objetos elegir.

 

Elegir objetos decorativos y funcionales a la vez

 

Un secreto para decorar sin recargar los ambientes es aprender a elegir los muebles y los objetos decorativos. Una técnica a tener en cuenta es elegir objetos que decoren el espacio pero que también sean funcionales. De esta forma se evitará llenar los espacios con objetos decorativos que no cumplen ninguna función  y sólo ayudarán a recargar el ambiente. Un buen ejemplo de esto es elegir por ejemplo una biblioteca de diseño, que sirva para ambientar el espacio pero tenga una función específica.

 

 

 

 

Carro vacío