En la compra de muebles no solo hay que tener en cuenta el aspecto estético, sino también el aspecto funcional, lo que ayuda a evitar cualquier tipo de error en la elección. Por lo general, se trata de una compra planificada, por eso hay que considerar varios factores para no sufrir una decepción al momento de llegar al hogar con el nuevo mueble. Un error muy común es no tener en cuenta el espacio disponible para ubicar la nueva adquisición, lo que provoca que haya que reacomodar el resto de muebles de la casa.
¿Cuáles son los principales errores a evitar en la compra de muebles?
No tomar medidas del espacio disponible
No se trata de salir a comprar con las medidas exactas y de comprar un mueble del mismo tamaño, sino de tener una idea aproximada del espacio disponible en donde se ubicará el nuevo mueble. No sólo hay que considerar no sólo la longitud, sino también la profundidad y también la altura, sobre todo si el mueble se va a colocar bajo una ventana o algún otro objeto en altura.
Esto es fundamental sobre todo para compras online, ya que conocer el espacio disponible permitirá hacer una buena elección. También hay que considerar las medidas de puertas y ascensores, en el caso de aquellos que vivan en edificio, ya que, si el mueble es demasiado grande, ni siquiera podrá entrar a la casa.
Elegir sólo por el aspecto exterior
La parte estética del mueble es muy importante ya que formará parte de la decoración del ambiente en donde será ubicado, pero no es el único factor que debe tener en cuenta. Un mueble que privilegia el diseño y no la funcionalidad sólo ocupará espacio y no servirá para el objetivo para el cual fue adquirido. Por ejemplo, elegir una mesa de centro pequeña para el living cuando hay una familia numerosa puede ser un error, ya que no podrá aprovecharse al máximo su uso. Hay que tratar de encontrar un equilibrio entre ambos para sacarle el máximo provecho al mueble elegido.
Tener en cuenta los tapizados
Otro error frecuente al momento de comprar un mueble, es no considerar el tipo de tapizado o tela de acuerdo al uso que se le va a dar. Por ejemplo, elegir un sillón cuya tela no sea lavable en una casa en donde haya niños pequeños o mascotas, es un error grande ya que seguramente terminará con manchas y en poco tiempo será inutilizable. En estos casos es mejor elegir algo de ecocuero o una textura que sea fácil de lavar y que sea resistente a un uso más intenso.
